Quiero hacer conocer algunas conclusiones reales que he aprendido en la Cuesta, mientras esperaba que me auxiliaran.
Seamos siempre modesto y humildes, nunca orgullosos con el projimo, ya que nos servimos de el y el de nosotros.
Esta vida se acaba, de una manera o de otra, pero se acaba. No sabemos cuando, no sabemos donde, no sabemos como. La vida, nuestra vida, depende de Dios, El es el dueño y El dispone de ella. Queramos o no.
No concibo nada sin El, pues nosotros no somos nada mas que instrumentos de su sabiduría
Señor hágase tu voluntad
Nada hay imposible para dios
Un Padre del San Alfonso, después del accidente me dijo que yo tenia en una mano un revolver y en la otra una Cruz, preferí quedarme con la Cruz.
Todo esto, quien se encuentre capaz de sostener lo contrario o que yo estoy equivocado, que lo demuestre.
Pedro Isola