En el corazón de la Novena del Señor y Virgen del Milagro amigo lector es hora de contar y recordar un grupo de Misioneros que decidieron dejarlo todo… y seguir a Jesús.
Introducción
“Atraídos por el ejemplo de Jesús y sostenidos por su Amor, muchos cristianos, ya en los orígenes de la Iglesia, testimoniaron su Fe con derramamiento de sangre. Tras los primeros Mártires han seguido otros a lo largo de los siglos hasta nuestros días.” BenedictoXVI.
Auxilio por favor auxilio: Camino a Seclantás
8 de septiembre de 1974 aunque fría la mañana ya se insinúa el cambio de estación se avecina la primavera.
Eran las 7 de la mañana, tomábamos el ómnibus que se encontraba frente de la iglesia de San Alfonso con mi señora peregrina, Gladis guerra. El Rvdo. Padre Ibáñez, que integro la delegación como nuestro director espiritual, ultimaba los detalles de la excursión. Yo a la sazón, era presidente del centro cultural de Perpetuo Socorro y de la delegación que viajaría a Seclantas. Íbamos a asistir a una procesión con la imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro, organizada por el fortín de Gauchos de aquella localidad que veneran a Nuestra Señora.
El viaje de ida magnifico, con sol ardiente hasta llegar.
El negrito Echardt, iba a viajar, y estaba acomodado en el ómnibus, invitado por el Padre Ibáñez, pero tuvo que bajarse a instancia de su madre, porque su abuelito estaba enfermo. El negrito Echardt esta estudiando medicina en la Universidad de Tucumán.
Salía el ómnibus con 36 personas entre las que iban dos chicos menores, una mujercita y un varoncito que se le llamaba charito y robertito. Mis dos hijos menores viajarían en ese ómnibus, pero una de ellas amaneció indispuesta con un poco de gripe y era imposible que viajara, la otra no quiso ir porque se aburriría. Por eso no fueron. En la “quebrada de los laureles” se insinuaba manifiestamente la primavera porque los duraznos silvestres ya estaban en flor. Era preciso ver aquello, era hermoso. Salimos de la quebrada de Escoipe y entramos en la cuesta de Obispo. Con todos en tensión. El ómnibus como le dije antes, iba repleto, totalmente lleno. Llegamos a Seclantas y una comitiva de Gauchos presidida por el señor Intendente del lugar nos recibió.
Acto seguido, tuvo lugar la procesión, con banderas y gauchos de la zona a Caballo y a pie. A continuación de la procesión, el muy Rvdo. Padre Ibáñez rezo la Santa Misa en la histórica Iglesia de Seclantas. Yo antes saque algunas fotografías que guardo con mucho cariño. Una de ellas dedicadas al Padre Ibáñez. Muchos por no decir todos de los que fueron comulgaron.
Era un día diáfano, con mucho sol y temperatura muy agradable. Acto seguido o sea a continuación de la Santa Misa, hemos tenido un recreo, de casi media hora, que aprovechamos para seguir sacando fotos, luego pasamos a un comedor, eran aproximadamente las 13 horas, donde mucha gente del lugar con el señor intendente a la cabeza, nos sirvieron un exquisito asado de cordero con ensaladas. Tan exquisito estaba aquello que, fue necesario, a los postres, decir algunas palabras e invitarlos a los seclanteños a venir en un día determinado, preferiblemente para las fiestas de Ntra Señora del Perpetuo Socorro a la Parroquia de San Alfonso para ser homenajeados.
Despedidos por quienes nos acompañaron en el almuerzo, partimos en dirección de Cachi donde saludaríamos al Padre José Sonntag, Párroco de aquel lugar y redentorista. Fue rector de la Casa Convento de Salta.
Al salir de Seclantas para dirigirnos a Cachi, nos detuvimos frente a unas bodegas familiares, donde fuimos obsequiados por sus propietarios. Don Napoleón García, muy conocido en el lugar, fue nuestro instructor social. Mi señora recibió de obsequio dos botellas de vino topacio, aparte de haber degustado casi todos, de buen vino local.
Volvimos a arrancar y cuando habíamos recorrido unos 15 kilómetros, el ómnibus se detuvo, se había roto la correa del ventilador que gracias a Dios se subsano con intervención del señor herrera que viajaba con nosotros y su señora esposa. Seguimos hasta Cachi totalmente normal.
Visitamos en Cachi su antigua e histórica Iglesia con cielorrasos de “Caña Hueca” y piso de madera, a la vez que estampamos nuestras firmas en el libro de visitas. No pudimos saludar al Padre Sonntag porque no se encontraba en el lugar. Luego de esta ceremonia fuimos a la hostería y todos tomamos la merienda, incluyendo el conductor (para desvirtuar algunas versiones) tomamos café con leche y luego partimos a Salta. Cuando estábamos viajando, recuerdo que, el Padre Ibáñez en una de las curvas que había en el camino me llamo diciendo que, en esa curva había volcado el año anterior viajando en un automóvil. Don Napoleón García me comento que no le gustaba bajar la cuesta de noche. Yo lo alenté diciéndole que el vehiculo tenia buenas luces, que no se hiciera problemas. Veníamos viajando sin novedad. Iniciando normalmente la cuesta y empezamos a descenderla con buenos frenos.