viernes, 18 de abril de 2014

¿Cristo Resucito! puedo ser luz, fuego y agua

Sábado Santo


Las cosas importantes suceden de noche, nació en la noche de Belén y Resucito teniendo como testigo a las estrellas a la oscuridad de la noche y a la esperanza de los hombres  que esperan la salida del sol y un nuevo día.



En  la Pascua Judía ellos comienzan leyendo textos de Moisés. Nosotros en cambio comenzamos desde el Génesis, desde el comienzo mismo donde se revela la primera acción de Dios, el que estemos juntos es muy bueno, cuando Dios creó al hombre, ¡vio que era bueno!, vernos reunidos es una don y en esta noche de Pascua es muy bueno que nos demos cuenta que es bueno que estemos juntos, que somos Iglesia, que somos parte de la humanidad.

Somos aquellos que se meten en la huella marcada por nuestro Padre Abraham, siempre en camino aun cuando tenía que llevar a su hijo para el sacrificio y como pueblo creyente tenemos que ir por el mar de las dificultades sabiendo que Dios nos guía y no tenemos que tener miedo ante las dificultades… debemos ser testigos en el mar de este tiempo, aun cuando hay obstáculos, aun cuando padecemos los problemas de la Familia, de los vínculos, desuniones, el no encontrar caminos para nuestros hijos, porque muchos de ellos están heridos por el flagelo de la droga, la delincuencia, la bebida, aun cuando hay crisis entre los esposos ,las infidelidades, las peleas, aun cuando sentimos el peso de las heridas del pasado, la soledad, las persecuciones, aun cuando no encontremos salidas económicas que nos dignifiquen, aun cuando luego de intentar… seguís perdiendo…  ahí es donde nosotros estamos llamados a seguir las huellas de Abraham y a caminar juntos porque somos el pueblo de la esperanza.

¿Dónde encontrar fuerzas?

No es un cuento esto de la esperanza en nuestro tiempo, en la cuaresma experimentando el desierto, también descubrimos como el  Señor es capaz de irrumpir y crear un corazón nuevo. Algo nuevo nace en el corazón, lo que experimentaron los testigos de la Resurrección, lo que le dijeron los ángeles a las mujeres,;

“era necesario que el hijo del hombre sea entregado y resucitara al 3er día”

A nosotros también nos pasa lo mismo, lo podemos experimentar en nuestra vida;

Sí, soy pecador, Si, tengo miedo, Si, tengo muchas dificultades, Si, no se relacionarme y me aisló, Si, no acepto la historia de mi vida, Si, me da bronca que no me salgan las cosas como quiero y me rebelo contra eso, Si, me cuesta confiar en el otro, Si, estoy apegado, Si, no se aceptar mis errores, Si, mañana tendré que volver a enfrentar de nuevo la Cruz de mi vida, pero hay Alguien que nos puede hacer empezar de nuevo,  por eso esta Pascua nos renueva la esperanza.


La promesa de un corazón nuevo no es una experiencia solo escrita en un papel sino que la experimento en mi corazón. Y por eso en esta noche, en la serenidad de la noche, sé que puedo empezar…. y se empiezan a prenden las lámparas… para descubrir que puedo empezar…

Porque hay mamas que son capas de amar a sus hijos, hay papas que también que trabajan en este sentido que custodian a sus hijos,
Hay mamas y papas que son capaces de arrepentirse y volver abrazar a sus hijos y seguir como familia.
Hay Madres solteras que deciden seguir adelante con su embarazo.
Hay Jóvenes que creen en la Familia y están dispuestos a Casarse porque ven en el Matrimonio el espacio donde se aprende amar.
Hay esposos y esposas que se dan cuenta que el amor comienza primero en el hogar y no afuera y se esfuerzan por crecer en este sentido.
Hay hijos que les piden a los Padres que sigan unidos venciendo las divisiones, hay hijos que enseñan a los Padre que vale la pena vivir porque ellos se empeñan y trabajan.
Hay chicos que mas allá de las dificultades estudian y les muestran que la vida merece vivirse.
Hay ancianos que dan su sabiduría y que nos sostienen a todos.
Hay gente buena… y podemos ser buenos, por eso esperamos y decimos: ¡Gracias Señor! y creemos que la Cruz que acompaña la vida, cuando se le permite a Jesús que nos muestre el mensaje de amor que en ella hay, se convierte en Luz, por eso en esta noche cada uno está llamado a tomar los signos de la Pascua; La Luz, el Fuego, el Agua, los signos primeros de la vida que acompañan la celebración y saber que puedo ser;

Luz; que aunque soy pecador puedo ser Luz y puedo hacer algo, puedo saludar a otro, decir gracias, permiso, buen día, puedo recuperar un vínculo, puedo infundir esperanza y lo puedo hacer ahora y lo tengo que hacer mañana y puedo ser…



Fuego; que da vida, como el calor hace revivir todo lo frio y frívolo que tiene este mundo, basta que sea capaz de abrazar a mis hijos o alguien que está necesitado o devolverle una sonrisa o atenderlo y preguntarle ¿como estas? y puedo ser



Agua; que cuando fluye voy dando vida; cuando pienso en e l otro… cuando sacrifico un poco… y descubro que mi vida tiene sentido si me preocupo de los demás.



Cuando el Señor irrumpe nos cambia la vida, celebremos la Pascua vale la pena. Felices Pascuas!