viernes, 22 de abril de 2011
la pasión de Maria
Nosotros pensamos muy poco en la “la pasión” de Maria, en las espadas que traspasaron su corazón en el terrible abandono experimentado en el Gólgota, cuando Jesús la entrego a otros...
Y tal vez todo esto se deba al hecho de que Maria supo cubrir muy bien de dulzura, de luz y de silencio su viva y angustiosa agonía.
De hecho, ella es para nosotros la Inmaculada, la siempre hermosa, la Madre de Jesús. Pero tal vez no la “la crucificada”
Sin embargo, no existe dolor semejante al suyo...
Si alguna vez en nuestra vida los sufrimientos alcanzaran ciertas cimas en las cuales todo en nosotros quisiera rebelarse, porque el fruto de nuestra “pasión” parece que nos fuera arrebatado de las manos y también del corazón, acordémonos de ella.
Pasando por este hielo nos haremos un poco mas semejantes a ella y resaltara mejor la figura de Maria en nuestras almas, la siempre hermosa, la Madre de todos, porque por voluntad divina estuvo desapegada de todos y especialmente, de su divino hijo.
Maria tu que nos conoces, tu que conoces ciertos dolores, alivia a quien sufre y anticipa los tiempos, anticipa la ora del alivio.
“Maria humanidad realizada - Chiara Lubich “