domingo, 31 de marzo de 2013

¡Luz, Cristo Resucito!

 
  
¡Cristo Resucito!

¡Verdaderamente ha Resucitado!

 Esta es la verdad que tuvieron que defender, proclamar con fuerza pero tantos los Judíos y los Griegos le costaba aceptar. Hoy no tan solo nos cuesta aceptar esta realidad sino también vivirla.

La comunidad Judía aun creyendo la posibilidad de la resurrección, no admitieron que Jesús Resucito! Y de parte de los griegos había una postura despectiva del cuerpo y por lo tanto no podían entender la resurrección porque el cuerpo era considerado una cosa, por eso San Pablo al hablar y proclamar a Cristo y llega hablar de la muerte y resurrección y le muestran el desprecio.

María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio piedra quitada del sepulcro.
Toda nuestra fe se asienta en Cristo Resucito! Es una novedad que rompe cualquier esquema humano, que uno de nosotros verdaderamente hombre que había sido devorado por la muerte, Resucite, no entra en la cabeza humana y sin embargo el primer y último capítulo de la palabra de Dios comienza con la vida que se genera y con la vida que llega a su plenitud, esto es lo que celebramos. La vida es la primera y la última palabra porque Cristo Resucito.


¿Quién es esta mujer que estaba completamente sola, en la oscuridad de las primeras horas del día, llorando… buscando con desesperación el cuerpo muerto de Jesús?

María Magdalena ciertamente representa a cada uno de nosotros, al igual que ella, corremos a un lado y a otro desesperadamente, solos, vacíos y llorando por conseguir una llave para la paz. Entonces Jesús, al que ella está buscando, la encuentra y la llama por su nombre, así también, cada uno de nosotros está esperando que lo encuentren y lo llamen por su nombre.


La fe brotaba porque Cristo Resucito:

“Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.”
“Nosotros somos testigos… Lo mataron colgándolo… Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado:”

En el silencio de la noche se descubre algo tan nuevo, absolutamente nuevo, que la historia se empieza a vivir de nuevo y de esto nos tenemos que convencer… lo que acontece en la Resurrección con Jesús que celebramos hoy y en cada Eucaristía, tenemos que descubrir que el horizonte es la eternidad porque ¡Cristo Resucito!, los cristianos no veneramos un cadáver, adoramos aun Cristo que ha vencido a la muerte, recreando la historia y lo hace desde el corazón de la Iglesia.
Siempre frente al misterio de la Resurrección de Jesús esta la tentación de explicarlo…

Los apóstoles no se convencían, si lo habían enterrado…. la Resurrección Jesús y se la descubre en la Comunión de la Iglesia, como Juan que al llegar al sepulcro mira desde afuera y que espera que llegue Pedro, es decir espera que llegue la Comunión de la Iglesia y entra después de Pedro.

“…Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo… Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.”

Estamos llamados a descubrir y convencernos, porque en esta realidad fuimos bautizados, el misterio de la Resurrección no constituye una sabiduría como se fuera una filosofía de vida, no; la verdad que marca nuestra existencia es porque;

¡Cristo Resucito!

Por eso puedo creer que la realidad de la fraternidad es posible, porque Cristo Resucito.
Puedo creer que el perdón es posible, porque Cristo Resucito.
Por eso puedo creer que el Evangelio se puede hacer vida porque Cristo Resucito.


Durante toda la semana encontré diversas situaciones y testimonios de tantas personas, que tocaron profundamente mi corazón  estoy agradecido, me conmueve… La fe se trata en creer que Cristo Resucito, sigue siendo lo central, si uno se descubre Cristiano puede descubrirse en una nueva historia.


Entonces puedo comprender a esa gente buena: que ama, perdona, esas madres fieles a sus hijos, esos Matrimonios que se sostienen que son capaces de perdonar la infidelidad porque Cristo Resucito, por eso puedo ver Madres y Padres que son capaces de descubrir y escuchar que los hijos les piden que no se separen y por lo tanto siguen adelante creciendo y superando las crisis porque Cristo Resucito. Por eso hay jóvenes que son capaces de amar trascendiendo distancias, aprendiendo a dejarse amar, superando dificultades, puedo creer en Cristo Resucitado porque hay gente que pide ayuda; “reza por mi” ayúdame porque Cristo Resucito. Por eso uno puede ver a esos pueblos que luchan por la justicia y la paz, esa gente que una y otra vez son capaces de reconocer… y vuelven a empezar, porque Cristo Resucito.

Es verdad que también nosotros traemos la carga del hombre viejo de las caídas pero abrí el oído y deja que resuene en el corazón: ¡Cristo Resucito! La verdad que te marca como cristiano no es la fuerza de tus vicios… de tu flojera… de tus caídas… de tus pecados… NO, la verdad es Jesús, la vida que palpita en el corazón porque sos bautizado en la Muerte y Resurrección, empezá no te quedes… se fuerte… el señor ha Resucitado.


Nos toca a nosotros como familia de Dios, como Iglesia testimoniar esta verdad, tengamos ánimo.

Cuando tengamos ganas de responder desde la venganza, acordémonos de Jesús.
Cuando se nos cierra la puerta de la esperanza proclamemos que Cristo Resucito.
Cuando parece que nada puede volver empezar de nuevo en la familia, no, no, Cristo Resucito por eso tu hogar puede Resucitar.

Dejemos que el Señor nos llene de alegría con su presencia de Resucitado, los años pasan… pero Cristo sigue siendo la novedad como una primavera que no termina nunca, por eso alégrate porque Cristo Resucito.

¡Felices Pascuas!