Hoy Jesús muestra su humanidad como nunca,
hoy es mas Dios que nunca y mas hombre que nunca, entregándose en la cruz,
experimentando nuestra sed profunda, nuestros momento de soledad que nos hace
sentir abandonados, nosotros vemos en Jesús al Amor del Padre. Qué locura que
tiene Dios que nos llega amar tanto, hasta dar la vida por nosotros. En el
rostro de Jesús nosotros vemos cuanto nos ama el Padre, cuanto valemos
nosotros… cuánto vale nuestra familia y ¿Cuánto valemos? La Sangre de su Hijo
¿Cuánto valemos? La fidelidad del Hijo ¿Cuánto valemos?
Cruz
La Cruz es preludio de la Pascua,
es vida es fuerza del crucificado resucitado, que te hace tocar o mejor dicho
que te hace llegar al cielo, quien quiere Resucitar tiene que ser crucificado
porque solo así será izado hacia lo alto, la cruz regenera todo, todo recupera
su dignidad, la cruz es izada, es decir se apoya en la historia, en
las situaciones personales y familiares, en el polvo de la caducidad del
hombre, (recuerda que eres polvo y al polvo volverás) en la arena de las falsas
certezas, en las piedras del egoísmo.
Estamos sumergidos en la Pasión
de nuestro Jesucristo, contemplando el amor hasta el extremo, Jesús que es el
hijo de Dios encarnado, es la representación de la misericordia de Dios porque
se hace hombre rompiendo todas las estructuras y así nos hace partícipe a
nosotros de su propio destino por medio del Sacrificio de la Cruz.
En el momento de máxima
humillación es cuando Dios salva. Es una sabiduría que vuelve loco… porque el
hombre busca siempre el éxito, el sobresalir, el aparecer, tener razón y sin
embargo Jesús se humilla para salvarnos. La lógica de Dios es diversa, hay que
humillarse para ser exaltado, hay que morir para vivir, hay que entregarse para
recuperarse.
Jesús es levantado pero van a
entender el mensaje no aquellos que miren sino a los que crean en El.
Creer es Dios, no es simplemente
la afirmación de la existencia de Dios, nos
dice San Agustín.
Creer en Dios es ir a Dios
creyendo, nos dice Santo tomas de Aquino.
Si realmente abrimos el corazón a
Dios y creemos en El con toda nuestra fuerza que distinto seria, en cierta
medida hemos perdido el sentido de una Cruz fecunda, sobre todo en los
Matrimonios, en las Comunidades, entre amigos.
El hombre
Jesucristo se anonado, El que era todo se
hizo nada; hay que perder la vida para encontrarla, hay que entregarse para
recuperar, hay que hacerse nada para ser todo, como no se va volver loco este
mundo con esta lógica.
Es exactamente lo contrario a este mundo; hay
que acaparar todo, hay que acumular, hay que tener poder, hay que disfrutar la
vida sin compromiso, hay que vivir la vida color de rosa, reza el dicho popular
pero el Señor nos dice; este no es el camino, y justamente porque se humillo
hasta aceptar una muerte y una muerte en cruz. Es preciso observar que estamos
diciendo que Jesús murió en el sentido de la Encarnación, es decir Dios
verdadero hombre, murió.
Jesús dijo yo soy el camino no le bastaba con
decir que era la verdad que conduce a la vida, sino que quiso enseñarnos el
camino.
¿Cuál es el camino? su propia humanidad, la
humillación.
Cruz puede tener formas diversas, pero nadie
puede ser cristiano sin seguir al Crucificado.
El horizonte es la felicidad, pero es verdad
que podemos confundir los medios con los fines, podemos equivocarnos pero todos
buscamos la felicidad, solo por medio de la cruz se va a la gloria, no hay otro
camino.
En su humanidad vamos a encontrar la fuente
para nuestra salvación.
Uno puede alcanzar muchas cosas en la vida,
pero si no aprendió a vivir no vale de nada. Y quien es el que sabe vivir? Es
aquel que al final de la vida puede presentar toda su vida como ofrenda misma,
si la puedo presentar a Dios fue una vida bien vivida. Vivir más o vivir menos
en definitiva no es importante, y esto no se aprende en las universidades, en
los libros, se aprende en la sabiduría que da la Fe, se aprende en el silencio
de la oración, se aprende en el misterio de la Cruz y Resurrección.
Mira, no dejes que te lleven la vida,
apresúrate a darla, adelántate… porque has de recibirla de nuevo. En realidad
nadie puede quitártela porque es de Dios.
La Sed
Siempre para Viernes Santo me gusta traer
testimonios de tantos jóvenes que luchan por salir de la cruz de las drogas, porque sus testimonios calman la sed de Dios, justamente la sed habla de los deseos; ¿Qué deseo tengo y de que tengo sed?
Hoy traigo otro testimonio, el de Juan, el
también está tratando de salir de las adicciones, hace poco entro a la Fazenda
para empezar su rehabilitación.
Antes de ser llevados al instituto le dijo a
sus Padrinos; ¡Quiero ser Mejor!
Lo obvio y lo sencillo no tiene que ser
profanado. Este testimonio nos tiene que hacer pensar… Nos tiene que llevar a
vivir la experiencia del nacer de nuevo.
Que grande mensaje de Juancito, es duro el
viaje, cuesta arriba, por las piedras, desfiladeros y cornisas, que buen
mensaje, Juan no eres un accidente, Dios pensó en ti.
¿Qué deseo y de que tengo sed?
“…Hoy estarás conmigo en el paraíso…”
El Rey
¿Cuál es el Poder de Dios, donde tiene el
brazo de poder? En su Cruz, su poder es dar la vida, entregarse a los hombres.
El amor, atrae, fascina, convoca, nos hace fecundos.
En la cruz entregó su vida porque nos ama. La
contemplación de un amor tan grande da a nuestros corazones una esperanza y una
alegría que nada puede destruir. Un cristiano nunca puede estar triste porque
ha encontrado a Cristo, que ha dado la vida por él.
Este vaivén del amor es la única manera de
alcanzar la Felicidad.
¡Bendita Locura!
Contemplemos a Jesús, recibamos el regalo que nos hace dándonos a
su Madre como nuestra Madre, llevemos lo más íntimo de Jesús, María Santísima.