viernes, 29 de marzo de 2013

Bendita Locura; Cruz, Hombre, Sed y Rey

Viernes Santo

Hoy Jesús muestra su humanidad como nunca, hoy es mas Dios que nunca y mas hombre que nunca, entregándose en la cruz, experimentando nuestra sed profunda, nuestros momento de soledad que nos hace sentir abandonados, nosotros vemos en Jesús al Amor del Padre. Qué locura que tiene Dios que nos llega amar tanto, hasta dar la vida por nosotros. En el rostro de Jesús nosotros vemos cuanto nos ama el Padre, cuanto valemos nosotros… cuánto vale nuestra familia y ¿Cuánto valemos? La Sangre de su Hijo ¿Cuánto valemos? La fidelidad del Hijo ¿Cuánto valemos?


Cruz



La Cruz es preludio de la Pascua, es vida es fuerza del crucificado resucitado, que te hace tocar o mejor dicho que te hace llegar al cielo, quien quiere Resucitar tiene que ser crucificado porque solo así será izado hacia lo alto, la cruz regenera todo, todo recupera su dignidad, la cruz es izada, es decir se apoya en la historia, en las situaciones personales y familiares, en el polvo de la caducidad del hombre, (recuerda que eres polvo y al polvo volverás) en la arena de las falsas certezas, en las piedras del egoísmo.

Estamos sumergidos en la Pasión de nuestro Jesucristo, contemplando el amor hasta el extremo, Jesús que es el hijo de Dios encarnado, es la representación de la misericordia de Dios porque se hace hombre rompiendo todas las estructuras y así nos hace partícipe a nosotros de su propio destino por medio del Sacrificio de la Cruz.

En el momento de máxima humillación es cuando Dios salva. Es una sabiduría que vuelve loco… porque el hombre busca siempre el éxito, el sobresalir, el aparecer, tener razón y sin embargo Jesús se humilla para salvarnos. La lógica de Dios es diversa, hay que humillarse para ser exaltado, hay que morir para vivir, hay que entregarse para recuperarse.

Jesús es levantado pero van a entender el mensaje no aquellos que miren sino a los que crean en El.

Creer es Dios, no es simplemente la afirmación de  la existencia de Dios, nos dice San Agustín.

Creer en Dios es ir a Dios creyendo, nos dice Santo tomas de Aquino.

Si realmente abrimos el corazón a Dios y creemos en El con toda nuestra fuerza que distinto seria, en cierta medida hemos perdido el sentido de una Cruz fecunda, sobre todo en los Matrimonios, en las Comunidades, entre amigos.

El hombre

Jesucristo se anonado, El que era todo se hizo nada; hay que perder la vida para encontrarla, hay que entregarse para recuperar, hay que hacerse nada para ser todo, como no se va volver loco este mundo con esta lógica.

Es exactamente lo contrario a este mundo; hay que acaparar todo, hay que acumular, hay que tener poder, hay que disfrutar la vida sin compromiso, hay que vivir la vida color de rosa, reza el dicho popular pero el Señor nos dice; este no es el camino, y justamente porque se humillo hasta aceptar una muerte y una muerte en cruz. Es preciso observar que estamos diciendo que Jesús murió en el sentido de la Encarnación, es decir Dios verdadero hombre, murió.

Jesús dijo yo soy el camino no le bastaba con decir que era la verdad que conduce a la vida, sino que quiso enseñarnos el camino.

¿Cuál es el camino? su propia humanidad, la humillación.

Cruz puede tener formas diversas, pero nadie puede ser cristiano sin seguir al Crucificado.
El horizonte es la felicidad, pero es verdad que podemos confundir los medios con los fines, podemos equivocarnos pero todos buscamos la felicidad, solo por medio de la cruz se va a la gloria, no hay otro camino.

En su humanidad vamos a encontrar la fuente para nuestra salvación.

Uno puede alcanzar muchas cosas en la vida, pero si no aprendió a vivir no vale de nada. Y quien es el que sabe vivir? Es aquel que al final de la vida puede presentar toda su vida como ofrenda misma, si la puedo presentar a Dios fue una vida bien vivida. Vivir más o vivir menos en definitiva no es importante, y esto no se aprende en las universidades, en los libros, se aprende en la sabiduría que da la Fe, se aprende en el silencio de la oración, se aprende en el misterio de la Cruz y Resurrección.

Mira, no dejes que te lleven la vida, apresúrate a darla, adelántate… porque has de recibirla de nuevo. En realidad nadie puede quitártela porque es de Dios.

La Sed



Siempre para Viernes Santo me gusta traer testimonios de tantos jóvenes que luchan por salir de la cruz de las drogas, porque sus testimonios calman la sed de Dios, justamente la sed habla de los deseos; ¿Qué deseo tengo y de que tengo sed?

Hoy traigo otro testimonio, el de Juan, el también está tratando de salir de las adicciones, hace poco entro a la Fazenda para empezar su rehabilitación.
Antes de ser llevados al instituto le dijo a sus Padrinos; ¡Quiero ser Mejor!
Lo obvio y lo sencillo no tiene que ser profanado. Este testimonio nos tiene que hacer pensar… Nos tiene que llevar a vivir la experiencia del nacer de nuevo.
Que grande mensaje de Juancito, es duro el viaje, cuesta arriba, por las piedras, desfiladeros y cornisas, que buen mensaje, Juan no eres un accidente, Dios pensó en ti.

¿Qué deseo y de que tengo sed?

“…Hoy estarás conmigo en el paraíso…”

El Rey

¿Cuál es el Poder de Dios, donde tiene el brazo de poder? En su Cruz, su poder es dar la vida, entregarse a los hombres. El amor, atrae, fascina, convoca, nos hace fecundos.

En la cruz entregó su vida porque nos ama. La contemplación de un amor tan grande da a nuestros corazones una esperanza y una alegría que nada puede destruir. Un cristiano nunca puede estar triste porque ha encontrado a Cristo, que ha dado la vida por él.

Este vaivén del amor es la única manera de alcanzar la Felicidad.

¡Bendita Locura!

Contemplemos a Jesús,  recibamos el regalo que nos hace dándonos a su Madre como nuestra Madre, llevemos lo más íntimo de Jesús, María Santísima.