El verbo se hizo carne, para conducirnos a la comunión
con Dios. Vino a vivir en el seno de María y habitar en cada uno de nosotros.
Pero no vino solamente a morar en nosotros sino también a actuar EN y A TRAVÉS
nuestro, a dar vida a otros, EN y A TRAVÉS nuestro. Somos llamados a participar
en la actividad creativa y amorosa de Dios. Produciremos muchos frutos si
moramos en Dios.
Siempre para Viernes Santo me gusta mucho traer algunos
testimonios de jóvenes que luchan contra
el flagelo de la droga y las adicciones, porque son un testimonio muy valioso
de Dios mismo actuando y obrando. Aunque no sea Viernes Santo, quiero volver a recordar…
Un joven que está luchando, tratando de salir de la
droga, que está en rehabilitación en una fundación católica. Este joven dijo;
-Yo descubrí que podía ayudar a los demás, al pedir
ayuda, es decir, al pedir ayuda descubrir que podía, (algo así como)
entusiasmar a otro, ayudar a otro, yo que pensaba solo en mi.
Hoy traigo otro testimonio, el de Juan, el también está
tratando de salir de las adicciones, hace poco entro a la Fazenda para empezar su
rehabilitación.
Antes de ser llevados al instituto le dijo a sus
Padrinos; ¡Quiero ser Mejor!
Lo obvio y lo sencillo no tiene que ser profanado. Este
testimonio nos tiene que hacer pensar… Nos tiene que llevar a vivir la
experiencia del nacer de nuevo.
Que grande mensaje de Juancito, es duro el viaje, cuesta
arriba, por las piedras, desfiladeros y cornisas, que buen mensaje, Juan no
eres un accidente, Dios pensó en ti. Has venido a traernos un mensaje especial.
¡Quiero ser mejor!.
Jesús vino por los enfermos, vino a buscar a los pobres y
vulnerables… la santidad no consiste en no pecar, sino en enmendarse.
No te rindas, eres un mensajero de amor, sube, sube hacia
lo alto
Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a
los sabios y Dios ha escogido lo débil del mundo para avergonzar a lo que es
fuerte; y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para
anular lo que es; para que nadie se jacte delante de Dios. 1Cor 1, 27 - 29
Esto no quiere decir, que los que son fuerte, inteligentes
y están bien adaptados a la sociedad no sean preciosos y elegidos de Dios. Sin
embargo, deben descubrir ( tal vez los débiles y vulnerables pueden ayudarlo
hacerlo) ¡en qué medida la debilidad puede conducirnos hacia Dios. Y esto lo
podemos experimentar cuándo los poderosos experimentan el fracaso, la
enfermedad, la debilidad o la soledad descubren que no son autosuficientes y
omnipotentes y que necesitan a Dios y a los demás. Y en su debilidad y pobreza
logran invocar a Dios y descubrirlo de una nueva manera, como el Dios del amor
y la ternura y lleno de compasión y bondad.
“Nos une una amistad, no me avergüenza ser tu amigo,
suelen cambiar tantas cosas no ha cambiado mi cariño”
Señor que grande eres, poco a poco voy comprendiendo,
antes pensaba que debía ayudar a los pobres y débiles, hoy tengo que decir que
son los pobres y débiles los que me ayudan. Aun
cuando ellos no se den cuenta. Me llaman a amar y despiertan en mi
interior, la compasión, Tu compasión. Ojala despertemos. Señor prodigo de amor
y misericordia regálale a Juan la perseverancia en su tratamiento, la
perseverancia de encontrarse con Vos.
Qué curioso, es verdad, los pobres, los débiles y
vulnerables, las personas que sufren, realizan una labor de unidad al dirigirse
al corazón de los demás. Su debilidad une. ¿Acaso no es el niño con frecuencia
la fuente de unidad en una familia? - ¡Quiero ser mejor!
Juancito, aunque duele la verdad, que no te es fácil
dejar, quiero que sigas peleando que no te gane el cansancio, vamos mi querido
Juancito que aquí tu Familia y Padrinos te están esperando.
(Letra y Musica: después de resplandor – Facundo Saravia)