sábado, 31 de marzo de 2012

estamos llamados a la Comunión ¿lo crees?

Jueves Santo
Esta celebración nos introduce ya en el corazón mismo del Triduo Pascual y constituye como el núcleo, es el núcleo de la liturgia de la Iglesia en el año.

Todo lo que Dios ha querido, es manifestar su amor sin medida por el ser humano; su Pasión, su muerte, su Resurrección, es la manifestación del amor que “ama hasta el fin”

Pero antes de entrar de lleno a la Pascua, Jesús quiso comer con sus discípulos. Esta Cena se convierte después, en la expresión de amor más grande que atraviesa el tiempo.

Cuando nosotros celebramos nuestro cumpleaños, al recordar la fecha de nuestro nacimiento, revivimos nuestra propia vida, sacamos lo bueno de todo lo caminado recordamos momentos, experiencias vividas, aunque siempre es distinto.

La iglesia nos invita a vivir la misma experiencia en este tiempo pascual, la recreación de nuestra vida, desde el corazón de Dios. “nacer de lo alto” “vida nueva”

¿En qué Dios creó? ¿Lejano? ¿En qué Dios creó? ¿Creo en un Dios que me creó, y me dejo librado a las casualidades? ¿Creo en un Dios cabalista, mágico, de números? ¿Creo un Dios que se muestra poderoso, atropellador, manipulador, mentiroso? ¿En qué Dios creó?

Nosotros somos cristianos, compartimos la vida de un pueblo que nace con Abraham y que atraviesa la historia y tiene su síntesis, su nuevo comienzo, totalmente nuevo en Jesús y esto lo vivimos en el correr de la vida pero muy intensamente en el Triduo Pascual.

La liturgia nos propone 2 últimas cenas.
1ro) la ultima cena del pueblo de Israel antes de salir de Egipto.
2do) la ultima cena de Jesús con los Apóstoles, antes de pasar por la muerte.

Primera Cena


En la ultima cena narrada por el libro del éxodo, ritualisa la experiencia del paso del pueblo que tuvo que salir de Egipto, de la muerte, de la esclavitud, de la patria sin futuro, si hasta no podían tener chicos, pues mataban a los hijos varones y muchas cosas más intentando ahogar al pueblo. (No se pero, me parece que esta historia la experimento hoy día, no sé porque)
Entonces emprendieron el viaje pasaron el mar rojo y experimentaron el peregrinar de la libertad.

Hay 2 signos:

El Cordero

Tenían que juntarse cada familia si son pocos debían juntarse con otros. El cordero es signo de la protección de Dios, la sangre es signo de vida, debían marcan los dinteles de las puerta de sus casas. Y lo comerán en actitud de caminante, con la cintura ceñida, calzado con sandalias, con el bastón en la mano, rápido porque el Señor pasa… “el paso” “la pascua”

El Pan ázimo

(Si el cordero marca la protección de Dios) el pan marca la comunión.
Protección y libertad desde la comunión, eso es lo que ofrece Dios, un Dios cercano, un Dios de la fe, es un Dios cercano que entra en la historia, que no me deja librado al sin sentido, que no me tira en medio de la tierra y me dice: - viví arréglatela. Sino un Dios que nos protege, nos cuida y ahí viene la experiencia de la Fe.

Segunda Cena


Jesús hijo de Dios, tiene que vivir la experiencia de la entrega a esa protección de la primera Pascua, la confianza total que el pueblo judío experimento, pues El va ser la historia nueva, la persona nueva, la nueva alianza.

Hay 3 signos:

El nuevo Cordero

El será el nuevo cordero, su sangre será la marca de nuestra existencia.

El Pan que Une

El será el pan que une y fortalece. Pan del cielo, Pan del Padre. El no solamente es la palabra de Dios que ilumina el corazón, es el verbo hecho carne que quiere vivir con nosotros una comunión de corazones.

Por eso San Pablo recuerda lo que Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido:
Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo:

-Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros.

Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:

-Este cáliz es la nueva alianza (el nuevo paso de la libertad) sellada con mi sangre

Una sangre que no marca los dinteles de las puertas, sino que nos invita a beberla porque soy un protegido del Señor, llamado a la comunión y a la fe con todo el pueblo de Dios.

Estamos en la última Pascua del pueblo Israel y en la última cena del Señor que es nuestra Pascua,resuena con mucha fuerza el llamado a la comunión.

¿Cómo nos encuentra a cada uno de nosotros? con miedos, expectativas, alegrías, con preocupación, enfermedades, con tristeza, con esperanza. Nos encuentra de cara a Dios. Y Dios quiere en este 2012 seguir renovando su alianza, nos presenta el desafío de experimentar su protección, su entrar en la historia no como cualquier otro sino compartiendo con el pueblo, El se quiere hacer mí amigo mi compañero. Es la experiencia de la fe cristiano de la nueva alianza.

Decía más arriba que hay 3 signos: el nuevo cordero, el Pan que da unidad, el tercer signo es;



Un Dios que nos lava los pies.

En la Simplicidad del signo de Lavar los pies ¿que nos quiere decir el Señor? Jesús nos desconcierta lavándonos los pies, nunca entenderemos del todo, nos conmueve, nos interpela. ¿Qué significa? Quizás signifique, escuchar, saludar al que no saludo, enfrentar un resentimiento, perdonar un dolor en el alma que probablemente sea injusto, seguro que significa consolar, decirle al otro, ¡sos importante para mí!
Seguro que tiene que ver con la comunión, creo que para la comunión el lenguaje necesario es el no verbal, son los gesto los que nos revelan el interés que se tiene por el otro, pero no es solo no verbal sino también verbal, la comunión no es una experiencia afectiva pasajera sino una experiencia que se inserta en una historia reveladora del don profundo, la palabra es necesaria para precisar todo esto, “ámense los uno a los otros como yo lo he amado” por ejemplo la intimidad física, el beso apresurado, ahogan la verdadera comunión entre los matrimonios. La comunión es un llamado a la libertad y no a la posesión, no debemos olvidar es un llamado a la libertad, la comunión debe ser la fuente generadora de la libertad, de la capacidad para desarrollar los dones, así como de ser otro. La comunión no tiene que ver con cerrarnos sino con abrirnos a los demás. Estamos llamados a la comuion, pero verdaderamente ¿En qué consiste este llamado a la comunión? Por ejemplo; el niño que crece en los brazos de su madre o en el de su padre, el niño que juega con ellos, el niño que ríe con ellos, es una imagen de felicidad, ¿por qué? Porque su cuerpo se relaja, su mirada resplandece y sus ojos brillan, sus manos se agitan en el amor, porque ¡se sabe amado! Y por lo tanto es alguien, vive; no está solo, no necesita defenderse a pesar de su debilidad y pequeñez. Esta protegido es amado. Esta seguro en paz. Puede vivir y amar, todo su ser esta unificado en y por esta comunión, estos son los frutos de la comunión.

Lo mismo sucede con Dios, debemos dejarnos ayudar, dejarnos lavar los pies por Jesús, el quiere recrear los vínculos de nosotros con el Padre.

La Pascua quiere ser Pascua, Dios quiere empezar de nuevo con nosotros esta historia, abramos el corazón, El quiere renovar con nosotros este paso de comunión, de protección y libertad. No tengamos miedo a este paso de Jesús en nuestra vida, vivamos en verdad una semana santa.

¿Quieres hacer de nuevo tu vida? ¿Crees que puedes confiar en El?

El gesto de hacerse Pan- cuerpo que se entrega, vino-sangre que se derrama, el gesto de lavarnos los pies, nos provoca… nunca entenderemos del todo… nos supera. Dios nos lava los pies y nos dice en ese signo; ¡eres importante para mí!

¿Por qué temer? ¿Puedo ser capaz de creer en este Dios?