lunes, 23 de agosto de 2010

¿Dónde estabas? te buscaba angustiada


Iluminado con el Sol del Milagro, Señor te contemplo en la Cruz… ¿Cómo seguir tu caminar Señor, tan solo soy un niño de 9 años? (se preguntaba Juanito Bosco)
Esta misma pregunta nos hacemos, le hacemos todos los días al Señor, lo desafiamos a preguntas... El nos responde como a Juan junto a la Cruz o como a Juanito Bosco en el sueño;
- ahí tienes a tu Madre.
- Yo te daré la maestra bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio, y sin la cual toda sabiduría se convierte en necedad.
María… Madre fuerte y fiel. Madre de unidad.
La fraternidad nos habla de familia y en el corazón de la familia descubrimos el amor de nuestra madre que nos hace uno en el Señor, ella nos congrega, nos busca, nos habla de oración y servicio.
Nuestra Madre del Milagro se hace cargo de cada uno de nosotros. Se hace cargo de nuestra historia y de nuestro presente.
Delante de tu bendita imagen queremos expresarte nuestro cariño, nuestra confianza y nuestra gratitud.
María del Milagro acompaña como Madre e intercede discretamente, cada día, por cada uno, desde su trono, al pie del sagrario.
En silencio nos mira y nos escucha.
Ella nos mira y su mirada, como la mirada que dirigió a Jesús nos pregunta
-¿Qué te pregunta? ¿Qué me pregunta? ¿Quizás como a Jesús –por qué nos hiciste esto… te buscaba angustiada? su mirada nos penetra, nos solidariza, nos renueva y, como a los Apóstoles, nos envía.
María del Milagro nos escucha. Ella guarda en su corazón, junto a las palabras de Jesús, todas nuestras palabras, nuestras preguntas, nuestras suplicas, nuestras gratitudes.
María del Milagro eres la memoria de Salta y Tu presencia recrea el hoy de este pueblo.
Señor donde Tu estas, tambien esta tu Madre, Nuestra Madre.
Sigamos junto al Señor, sigamos junto a María peregrinando en este valle…