Señor no puedo hablar de Ti, sin hablarte a Ti. Esto es lo que olvidamos con tanta frecuencia, lo que olvido con tanta frecuencia. Pasamos muchas horas, minutos explicando, desmenuzando esas flores, abriendo paquetes, buscando y memorizando planos. Pero el gozo y la siempre nueva oportunidad de hablarte… ¿Cuándo Señor cuando?... que dulce es el coloquio con el paraíso, en un instante lo alcanzo, en un instante me alcanza... que maravilla!
“No conozco nada mas… solo el espíritu me hace volar por lugares insospechados y mi alma se atreve en compañía de su amado. Describirlo con palabras no puedo, solo se devela en el lenguaje del silencio de Aquel que ES… cuanto cuanto misterio… (coloquio con el paraíso Lía Luna)”