miércoles, 27 de febrero de 2013

Icono de Humildad y Obediencia




Cuando asumí como Arzobispo…  y al ver como la gente se alegraba y salía a las calles aplaudiendo, me dije a mi mismo;

-Joseph, acuérdate bien y no te olvides;  esos aplausos no te pertenecen sino son propiedad de Dios.

Autobiografía - Joseph Aloisius Ratzinger