Madre del Milagro, Señora de la vida, al recibir el anuncio
del ángel acogiste la vida con madurez, generosidad y audacia.
Acompaña a las mujeres que asumen el desafío de ser madres y
fortalécelas en su misión de custodias de la humanidad que en ellas se gesta.
Al pie de la cruz recibiste el cuerpo de tu hijo y con tu
esperanza fuerte sostuviste, de pie, la aurora de la Resurrección.
Recibe a tantos niños que mueren en la fuente de la vida,
toca el corazón de quienes no deben convertir esa fuente en cadalso de muerte y
ayúdanos a todos a custodiar la vida cuando esté amenazada.
En los comienzos de
nuestra historia de Alianza asumiste al pie del sagrario a este, pueblo, para
acompañarlo en su peregrinar.
Acompaña a quienes son responsables de el para que en las
leyes que promulguen, en las decisiones que tomen y en los juicios que emitan
jamás atenten contra la vida del hombre, desde la concepción hasta si muerte.
Madre del Milagro, ampara a tus hijos pequeños. AMEN
Mons. Mario A. Cargnello