Dios es amor y quien permanece en el amor
permanece en Dios y Dios en el (1Jn 4, 16)
Cuando hablamos del corazón humano no nos
referimos solo a los sentimientos, aludimos a toda la persona que quiere, que
ama e interactúa con los demás. Nos equivocamos cuando pensamos que tenemos 2
corazones; con uno amamos a Dios y con el otro amamos a nuestro prójimo. Dios
nos da un corazón de carne como el de Cristo. Con el mismo corazón que quiero a
mis Padres y quiero a mis amigos, con ese mismo corazón amo a Jesús y el Padre
y al Espíritu Santo y a María. No me cansare en repetirlo tenemos que ser muy
humanos, porque sino tampoco podremos ser divinos, el amor humano nos ayuda a
saborear el amor divino. Nos enseña el Papa Benito XVI en la encíclica “Deus
Caritas” el amor es un proceso que siempre está en camino: el amor nunca queda
por “concluido” y completado; se transforma en el curso de la vida.” Por lo
tanto Si no aprendemos de Jesús no amaremos nunca. El no era un insensible ante
el padecimiento, Jesús se compadecía, se compadece, no actuaba con frivolidad,
sino que se siente sencillamente afectado por el sufrimiento del hombre; “Jesús
al mirar a la muchedumbre tuvo compasión” si pensamos que conservar un corazón
puro es no mezclarlo con afectos humanos, entonces el resultado lógico sería
hacernos insensibles frente al dolor de los demás. “Jesús si hubieras estado
aquí mi hermano (lázaro) no habría muerto… y Jesús lloro”
Que Jesús nos de la capacidad para
amar… - Señor recrear en nuestro corazón
la capacidad para mirar como tu miras, “tuvo compasión” todos los demás
consuelos sirven apenas para distraer el momento y más tarde dan frutos de
amargura y desesperación. ¿Un corazón compasivo? Si, yo diría que mas bien un
corazón compasivo significa “un corazón cercano” no estoy hablando desde lo
geográfico, sino desde la unidad invisible que es mucho más real, también del
“saberse amado” Don Bosco lo repetía continuamente; “no basta amar, ellos deben
darse cuenta que son amados” Un corazón compasivo es un corazón que ama, que
está cerca y que le hace saber al otro (a través de la oración, de una palabra,
o con la sola presencia) su cercanía. Días atrás tuve la dicha de experimentar
todas estas cosas en un Jericó.
“Un hombre vale por lo que vale su corazón”
Al corazón del hombre le pertenecen: la
alegría; “mi alma canta la grandeza del señor y mi espíritu se alegra en Dios
mi salvador” el arrepentimiento y el perdón “mi corazón está feliz de ser un
pecador perdonado” la paz “has de mi un instrumento de tu paz” también la duda
y el temor… muchos más…
El corazón no solo siente, también sabe y
entiende. Tengo la suerte de tener a tantos Familiares (mi Abula) y amigos… que
son imagen del corazón de Jesús, un corazón compasivo, que no tan solo siente
sino que sabe y entiende, hay tantos testimonios que me llenan el corazón para
decir:
“Sagrado
corazón de Jesús en vos confio”