viernes, 31 de enero de 2014

dame almas para amar...


“Dame almas para amar y llévate el resto” es el lema sacerdotal de Don Bosco que lo hizo realidad en Valdocco y en todas partes del mundo, constituye una invitación a nosotros a dejar que Jesús llegue a todos, porque no tiene pertenencia a un grupo ni a un lugar, Jesús llama  la gente desde su trabajo… desde su estudio… y los compromete en la tarea de anunciar y proclamar Cristo Resucito y nosotros estamos llamados a dar el testimonio de la misericordia que no discrimina, que incluye, que abraza en misericordia, no se trata de una amor populista, el Señor es así… nosotros tendemos a instalarnos y una vez que lo conseguimos nos quedamos en ese lugar y el Evangelio nos invita a desinstalarnos; a escuchar al que nos necesita… a compartir una cerveza con el que esta solo… aceptar el riesgo... a jugarnos… Tal vez nos tendríamos que preguntar delante del Señor si nuestra actitud de cristiano es instalada o nuestra actitud es la de peregrino y discípulo que camina con Jesús, nos instalamos a la hora de juzgar, excluyendo a los demás? O sabemos que tenemos que aprender y por lo tanto sirviendo aprendemos. “Dame almas para amar y llévate el resto”


Una de sus últimas enseñanza antes de pasar a la casa del Padre de la mano de María Auxiliadora y San José, nos dejo una de las enseñanza más preciosa “No basta amar ellos deben darse cuenta que son amados”

Porque nos hace bien escuchar de labios de otros, ya sea Padre, Madre, Esposo y Esposa entre amigos, porque nos hace bien escuchar un “te quiero” “sos importante para mi” “perdóname me equivoque y te perdono” en definitiva; “te amo” que puede proyectar nuestra vida en un tiempo distinto, en un tiempo que valga la pena vivirse ¿porque nos hace bien? Porque venimos del Amor del Padre que nos invita a amar y ser amado, “si me quieres dímelo… si me quieres, déjame que me dé cuenta, ámame con tus palabras y actitudes y con todas las maneras y manifestaciones del amor.



En Don Bosco resalta la virtud de la bondad y la bondad es un guante de seda que cubre una mano de hierro, nadie se sentiría atraído por una mano tan dura… pero si la mano sabe extenderse con suavidad y delicadeza… Don Bosco no es que carecía de defectos y debilidades sino estuvo sujeto a flaquezas y errores, pero fue humilde en reconocer cuando debía enmendar “la Santidad no consiste en no pecar, sino saber enmendar el pecado” por eso pudo mostrar una bondad encantadora capaz de atraer a todos, que permitía confiar en su presencia, en sus palabras y acciones.

Gracias por tu corazón alegre y joven, ruega por mi, ruega por mi familia y amigos, ruega por mis enemigos, de tal manera que yo también pueda decir; "dame almas para amar... y llévate el resto"