lunes, 31 de diciembre de 2012

balance de fin de año





"Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son.

Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.

Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. “Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso.

Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas: -a aprender a amar -a dejar huella -a ser felices. En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:

-Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento. El trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental. Ahora el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos,.......

-Valorar la libertad como una forma de vencerme a mí mismo y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero. Quizás deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.

-El tercer y último punto a cultivar es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores. Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de los micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día. Querernos. Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.



Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello. La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia espiritual. Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias. Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican. Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro".

Balance de fin de año - Por Mamerto Menapace - Monje Benedictino

domingo, 30 de diciembre de 2012

Fe Amor y Paz




Alumbrados por el bello rostro del niño Dios, acercándonos junto con María y José, celebramos la Solemne Fiesta de la Sagrada Familia.

¡Felices los que encuentran su fuerza en ti, al emprender la peregrinación!

Que debemos hacer antes una sociedad que sucumbe rápidamente en el desaliento y decide dejar la peregrinación

¡Felices los que encuentran su fuerza en ti, al emprender la peregrinación!

Sólo tenemos que dejarle un sitio a Dios en nuestro pensar y sentir, como nos dice el Papa Benito XVI: No hay sitio para Él. Tampoco hay lugar para él en nuestros sentimientos y deseos. Nosotros nos queremos a nosotros mismos, queremos las cosas tangibles, la felicidad que se pueda experimentar, el éxito de nuestros proyectos personales y de nuestras intenciones. Estamos completamente “llenos” de nosotros mismos, de modo que ya no queda espacio alguno para Dios. Y, por eso, tampoco queda espacio para los otros

Hoy somos invitados por Dios a transitar los senderos del amor, estamos invitados a descubrir su rostro en el rostro de nuestra Familia, en el rostro de tu esposa querido hermano y en el rostro de tu esposo querida hermana, en el rostro de sus hijos. El camino es la Fe, el camino es Jesucristo, bien nos dice la palabra de Dios:

Su mandamiento es éste: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como Él nos ordenó. El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

¿Cuál es la lógica de una Familia? ¿Cuál es la Lógica de tu Familia? ¿Cuál es la lógica de Dios? La respuesta es simple pero nos cuesta; la lógica es el amor.

Si alguno dice: “Yo amo a Dios” y odia a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y nosotros hemos recibido de él este mandato: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano.”
“La Fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin la fe seria solo un sentimiento constantemente a la duda, la fe y el amor se necesitan mutuamente.” (Porta Fide)

Fe en Dios

¿En qué Dios creó? ¿Cuál es el centro de nuestra vida familiar? ¿Nos arriesgamos a creer en su Encarnación? ¿Creemos en un Dios que se hace comunión?  ¿Creemos en un Dios que humaniza? ¿Creemos en un Dios que nos mira desde arriba y que es envidioso de nuestra libertad? ¿Creemos en un Dios que nos aleja de la realidad y nos aísla? ¿En qué Dios creemos? ¿Creemos en un Dios cercano? ¿Creemos en un Dios que nos alimenta con su cuerpo?

Amor Amable

¿Hacemos amables nuestra casa? ¿Nuestra familia es una carga? ¿Solo amamos a los que nos caen bien?¿Ayudamos al otro a crecer en libertad?¿Somos creativos? ¿Estamos dispuestos a perdonar? ¿nos Hablamos? ¿nos Escuchamos? ¿Tenemos paciencia? ¿Somos agradecidos? ¿nos dejamos amar por el otro?

El Fruto de Paz



Muchas veces cuando no experimentamos la paz porque sufrimos o tenemos dificultades o porque no estamos en comunión con Dios y con los demás, pedimos y anhelamos la paz del Señor.
El año de la Fe tenemos que vivirlo como familia que contempla en el otro, el rostro transfigurado de Dios. Tal vez tendríamos que hacer un examen de conciencia pero a la sombra de la esperanza y preguntarnos como vivimos la fe y el amor. 

La Fe en Dios, el amor en la Familia dan fruto de Paz, pero solamente en la medida que se reconoce el Don de Dios, la Familia crece y da fruto cuando reconoce que la Familia es un regalo. La Familia prospera cuanto más se unen en comunión entre sus miembros y esto nos cuesta mucho porque siempre nos evadimos creyendo que construimos la Paz, nos cuesta entrar en relación con los demás… y perdemos de vista el Don… nos cuesta enfrentar las dificultades, la monotonía de los días aparentemente siempre iguales, nos cuesta aceptar al otro porque nos cuesta reconocer el Don, en el fondo huimos de nuestras propias heridas que vemos reflejado en el otro.

Hay cosas que podemos cambiar, sólo podemos aceptarlas. Hay relaciones que a lo mejor no van a cambiar nunca, por mucho que lo intentemos. Sin embargo, siempre podemos dar más en lo que nos toca a nosotros. A veces nos guardamos y dejamos que otros den porque sentimos que siempre damos nosotros. Queremos que el reparto sea equitativo y apelamos a una justicia muy humana. Nos cerramos en nuestro orgullo y amor propio sintiéndonos siempre ofendidos, incapaces de reconocer y aceptar nuestra parte de culpa. ¡Hay tantas cosas que pueden cambiar en nosotros! ¡Cuánto rencor que no olvidamos! ¡Qué difícil perdonar cuando ha pasado el tiempo y la herida es más profunda y está abierta en lo más hondo del corazón! Sin embargo, cuando no hay perdón tampoco hay liberación del alma. Siempre permaneceremos esclavos y agobiados por no ser capaces de perdonar de corazón, con humildad, venciendo nuestro orgullo herido. Es verdad que parece fácil decirlo y proponerlo como un deseo del corazón. Pero luego no es tan fácil, porque el perdón es un don que Dios nos concede.

Ana reconoce el Don de Dios, reconoce en su hijo y su familia, la manifestación predilecta de Dios.

En aquellos días, Ana concibió  y a su debido tiempo dio a luz a un hijo, al que puso el nombre de Samuel diciendo: "se lo he pedido al Señor"

Quisiera pedir por todas las Familia divididas por el odio, infidelidades y rencor, quisiera poner en tu humilde cuna a todos los niños que no conocen el calor de una Familia. Quisiera tambien poner a todos los noviazgo para que puedan conocerse y crecer en el arte de compartir.

Fe, Amor y Paz

“Que marido y mujer de rodillas contemplen sus hijos, y que por ellos encuentren la fuerza de continuar. Y que en su firmamento la estrella que tenga más brillo, pueda ser la esperanza de paz y certeza de amar… Bendecid, oh Señor, las familias. Amén. Bendecid, oh Señor, la mía también.”

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Canten un canto nuevo… toda la tierra ha visto la salvación del Señor


Vayamos a Jerusalén (visión de Paz)



“Se encontraban los Pastores dentro de la Noche Sagrada sin saberlo y en el Portal donde se escondía el centro del cielo y del mundo, en la carne, nacía el Verbo, el Mesías, pero ellos no lo sabían”

…les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo. Hoy, en la ciudad de David le ha nacido un Salvador…
…Vayamos a Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha anunciado…

Corrieron allí y encontraron al Rey. En el mundo de los pastores había nacido el Pastor, en la oscuridad se hallaba la Luz, en el frio el Ardiente Amor. El niño envuelto en pañales, en el regazo de María: la Eucaristía en el regazo de la Iglesia.

Alegrémonos, cantemos alabanzas, Dios está con nosotros, no estamos solos, ¡Alegrémonos! Esta es una noche de Paz, ¡Noche de Amor! Vayamos al portal de Belén.

Junto con el Ángel, Apareció de pronto una multitud del ejercito celestial, que alababa a Dios, diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra, paz a los hombres amados por El!
“De la Gloria de Dios vendrá bendición y abundante paz, para vos, para mí y a quien quiera venir a la Gloria de Dios.”
Ven, ven a la Gloria de Dios, ven querido hermano, querida hermana, vengan jóvenes y niños. Alegrémonos vengan…

 La región de Judá (Confesión)


La fiesta de Navidad de un modo muy particular, suele poner en el corazón de nuestra conciencia, situaciones que son profundamente humanas, es un tiempo en el que los vínculos mismos que constituyen nuestra vida o que están en la base de nuestra vida, son revisados, porque tenemos un poco más de tiempo, porque nos vamos a encontrar con la Familia, porque no nos podemos encontrar con la Familia, porque estamos llegando a fin de año y evaluamos lo vivido… surge en el corazón alegrías, experiencias de insatisfacción, tristezas, en algunos casos hasta ciertos resentimientos y conflictos, se trata ni más ni menos que de los vínculos, ni más ni menos del propio proyecto de vida que es revisado a luz del misterio de la Navidad, muchas veces solo intuido, pero de alguna manera percibido como algo que tiene que ver con lo profundo de nosotros mismos.

Detrás de lo que puede ser un brindis, de los buenos deseos, esta la vida de cada uno de nosotros y emerge generalmente en la Navidad y me parece a mí justamente que en eso que emerge, en eso profundo de nosotros mismo, nosotros tenemos que crear un espacio para que el niño Dios nazca.

Navidad es una oportunidad para dejar que el canto de la esperanza toque los vínculos, toque los proyectos, toque nuestra propia persona, y ahí donde se entremezclan alegrías y tristezas, experiencia de satisfacción profundas pero también de insatisfacción, ahí  nosotros tenemos que escuchar,  ¡Dios te ama! pero pronunciado por parte del Padre, en el rostro mismo del niño Jesús.

Frente a la experiencia de un tiempo que acaba y yo evaluó, de parte de Dios viene un ofrecimiento de un tiempo que nace y que se convierte en una nueva oportunidad. El amor de Dios tiene los rasgos de un niño y un niño siempre es una oportunidad. Con varios amigos ya sea porque han sido Papas o porque son Abuelos o simplemente Tíos, comprobamos como la llegada de un niño, de una nueva vida, cambia las relaciones en la Familia y genera siempre expectativas, alimentando la esperanza.

Se trata en este caso de celebrar la vida del Hijo de Dios que se ha hecho hombre y nuestro hermano y que tiene los rasgos no de una omnipotencia que aplasta, no viene con todo el poder o con los signos del poder. Los signos de su poder es el servicio, el necesitarnos, el esperar que lo ayudemos si al fin y al cabo es un bebe.

El salmo nos invita a cantar un canto nuevo;

“Canten un canto nuevo… toda la tierra ha visto la salvación del Señor”

Hoy en Navidad es una oportunidad de ver los muchos signos de salvación con lo que Dios me acompaña y me rodea aun en medio del dolor y de la dificultad y al ver los signos de salvación en mi propia vida y en mi Familia,

Cantar… con esperanza y con mucha alegría.

Cantar sabiendo que el canto es la expresión del que ama.  Como decía San Agustín; “sabernos amados por  Dios provoca en nosotros una respuesta de amor que se hace canto”. Quisiera que en  la Celebración de la Eucaristía, en torno a la Mesa del Altar, que es el pesebre más perfecto, cantar… o al menos susurrar… al lado del que está sufriendo, este canto de esperanza; enfermos, tristes, abandonados, frustrados, con una experiencia de exclusión…

Quisiera decirle que pueden cantar el canto nuevo, porque el niño Dios es siempre una aurora nueva que nos habla de una nueva oportunidad que Dios nos da para vivir y para vivir con verdadero sentido.

Belén (Casa del Pan)



Cuando traía entre mis brazos a la bella imagen de Jesús, que se hace niño y al recostarlo en el pesebre, surgía en mi corazón decir; se lo acostó en el pesebre para que con el trigo de su carne se alimentasen todos los hombres y no permanecieran en ayunas.

Dios tiene sed de comunión con el hombre, nosotros tenemos sed de Comunión con Dios. Somos llamados a la Comunión con nuestra Familia y Hermanos, esta realidad se desarrolla a diario y no la percibimos.

El Padre Justo se preguntaba ¿Cuál es el primer mensaje que recibimos de Dios? La sonrisa de una Madre.  ¿Por qué? “La mirada y la sonrisa de una Madre llenan de alegría el corazón del hijo, la mirada y la sonrisa del hijo llenan de alegría el corazón de la Madre. Se revelan el uno y el otro.  No se sabe, si la Madre da más al hijo o si el hijo da más a la Madre.

¿Qué sucede en este vaivén del amor? A través de la sonrisa y la mirada de una Madre o de un Padre y del hijo, ambos revelan al otro: ¡Eres bello! ¡Eres digno de ser amado! ¡Eres valioso! ¡Eres importante para mí!” Jean Vanier

Contemplemos al niño Dios, dejémonos interpelar por su mirada. ¿Qué nos dice? el niño Jesús, es el signo de una sonrisa de un Dios que sigue confiando en la humanidad y también la Familia es el signo de esa sonrisa, de un Dios que sigue confiando desde cada hogar.

Que la Navidad entonces irrumpa en nuestro corazón con alegría y en el corazón de nuestra Familia, porque Dios quiere darnos una nueva oportunidad, no le cerremos la puerta… celebremos de verdad la Navidad, que María Santísima y San José, poniéndose cerca de nosotros nos enseñen ese arte de ser humildes que los caracterizo y los hizo capaces de ver en el rostro de Jesús, del niño, el rostro mismo del amor de Dios.

¡Feliz Navidad Alegrémonos!

sábado, 8 de diciembre de 2012

¡Alégrate María!


Celebramos con mucha alegría y gozo la Fiesta de la Inmaculada Concepción, la fiesta de la llena de Gracia.
“Alégrate María”

Contemplando el anuncio del Arcángel Gabriel, podemos ver que antes de decirle lo que en Ella iba suceder, la invita a revestirse de alegría... qué bonita imagen. La alegría es la puerta del anuncio de la buena noticia y también la consecuencia de vivir la Fe. La Alegría es Dios mismo, esta alegría está presente a lo largo de la Historia de Salvación. Dios quiere hacernos participes de su alegría, divina y eterna, haciéndonos descubrir que el valor y el sentido profundo de nuestra vida, está en ser amados por El y este amor se manifiesta por completo en Jesucristo.

Vamos a ver más adelante en Navidad y en las lecturas que acompañan este tiempo que el inicio de la vida de Jesús se caracteriza por la Alegría. En el nacimiento, el ángel le dice a los pastores “les anuncio una gran alegría que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la Ciudad de David, a nacido el Salvador, el Mesías, el Señor ” Lucas 2,11 y los magos que buscaban al niño “al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría” Mateo 2,10.


El motivo de esta alegría es la cercanía de Dios que se ha hecho uno de nosotros

Muchos jóvenes usan la noche para la “diversión”, para la evasión, mientras que esta noche María Santísima se deja cubrir con la noche de la alegría “el Espíritu Santo descenderá sobre ti y la sombra del altísimo te cubrirá” Que diferentes es la Alegría de Dios y la Diversión (alegría) del Mundo

Fíjense, la palabra diversión viene de “verter”  “esparcir” o “desparramar” es una alegría que se agota y se diluye, que nos deja solo. Frente aquellos que nos dicen que la vida se vierte en la consumición de alcohol, de drogas y sexo sin compromiso, sentimos el peso de la destrucción y el vacío, ya no hay alegría, estamos solos, nos dejan solos.  “diversión”

Escuchemos al ángel Gabriel; “el Espíritu Santo descenderá sobre ti y la sombra del altísimo te cubrirá” “Alégrate llena de Gracia el Señor está contigo”

La alegría de Dios, es Dios mismo, no se agota, no se acaba, es una alegría contenida, Dios no nos deja solo, es una Alegría que al recibirla, compartirla y dar a los demás, no se agota, escuchemos a María que nos abre a una vida que vale dándose.

“Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mi lo que has dicho”

Cuando aprendemos a darnos se pintan en nuestro rostro los rasgos de la felicidad. Es una clave única y es la de Jesús: “hay más alegría en dar que en recibir”. Es la clave de Jesús: “Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos”. Es la clave de Jesús: “Nadie me quita la vida, yo la doy”.  Es la clave de Jesús. Esto es fuente de juventud, el que está dispuesto a darse, aunque tenga 80 o 90 años y conocemos gente así, siempre nos mostrará un rostro alegre, dispuesto a perfumar con su presencia la vida de los demás.

Vale la pena emprender esto ante una sociedad que va dejando tendidos  en el camino de la existencia a tanta gente engañada: jóvenes enfermos, gente sin trabajo, muchachos que tienen que vender su dignidad por un sueldito o un subsidio. El Señor nos invita a descubrir esta dimensión de la vida entregada, sacrificada, gozosa, solidaria que se hace mano tendida, que escucha al otro, que comparte,  que ve en la necesidad del otro una oportunidad para crecer.

Un corazón alegre es consecuencia del amor, la alegría es señal de generosidad y muchas veces es un manto que oculta una vida de sacrificio. Una persona que posee el don de la alegría a menudo alcanza prácticamente la cima de la perfección. Hagamos todo de nuestra parte para que los enfermos y los que sufren encuentren en nosotros el consuelo de Dios.

El Padre Petit. O.P  nos enseña que “María es Madre universal, está pendiente de cada uno, Ella no está embriagada en su felicidad, desentendiéndose de la tierra”, sino que está atenta a las necesidades de sus hijos “no tienen vino” no tienen alegría, no tienen esperanza… Ella guarda todas nuestras suplicas y palabras en su corazón, guarda, contempla e intercede ante Dios.
“María es concebida sin mancha, sin pecado, es un misterio muy grande. María esta para comunicar vida, Ella está para formar y es su ansiedad formar en nosotros la nueva criatura, nos tenemos que envolver con Ella, no aislarnos de Ella. Es la tierra de donde brotan las nuevas criaturas. No la tenemos que mirar desde afuera a la Virgen. La debemos mirar como la realidad donde nosotros tenemos que movernos y donde nosotros tenemos que ser.”

“Que María siempre sea nuestra compañera, que digamos siempre ¿Cómo haría esto María? Y vamos a ver como se aclara todo”

¿Cómo haría esto María?

Significa poner nuestra mirada en Dios, María puso su vida como servidora de Dios, desde el principio supo depender de Dios y no de las cosas, María nunca comenzaba en Ella.

Miremos a Adam, el confundió libertad con independencia, el quiso ser soberano absoluto y no estar dependiendo de nadie. María es feliz porque está disfrutando su depender de Dios. Hemos pensado alguna vez que cada uno estamos existiendo porque somos una palabra de Dios, porque Dios nos está amando. Ella esta saboreando lo que a nosotros nos cuesta concebirlo.

“Alégrate llena de Gracia el Señor está contigo”

Llena de Gracia es el más bello nombre que le dio el mismo Dios para indicar que desde siempre y para siempre es la amada, la elegida, la escogida para acoger el don más precioso; Jesús.
Acogió la fe a Jesús y con amor la entrego al mundo “Felices los pechos que te dieron de mamar, más feliz el que cumple la voluntad del Padre” esta es también nuestra vocación y nuestra misión, la vocación y la misión de la Santa Iglesia, acoger a Cristo en nuestra vida y entregarlo al mundo “para que el mundo se salve”
No hay misterio más grande que la Encarnación,  Dios siendo Dios se hace hombre, un Dios que viene a humanizar, dando su vida.

Cuando se escucha la voz del Señor, porque los oídos se han destapado ¡Qué distinta es la vida! Es la vida de los santos, es la vida de los amigos de Jesús; puede ser tu vida, querido hermano, querida hermana; y quiere ser tu vida a partir de hoy. No tengas miedo de arriesgar, de proponerte descubrir el sabor de la vida, en el trabajo con esfuerzo, en el aprendizaje para ser solidario, en el descubrimiento del hermano que me necesita.

El Papa Benito XVI le decía a los jóvenes ...Y si el modo de vivir de los cristianos parece a veces cansado y aburrido, entonces sean ustedes queridos jóvenes en dar testimonio alegre y feliz de la Fe. El Evangelio es la “buena noticia” de que Dios nos ama y que cada uno de nosotros es importante para El.

Sigamos caminando con alegría y entusiasmo, sigamos la estrella, ¿que es el voto de la alegría? y esto se descifra en Dios, un Dios con nosotros, un Dios cercano.


¡Alégrate María! ¡Alegrémonos!