jueves, 10 de noviembre de 2011
ustedes son
El estilo de Dios es ser Luz y hacernos a nosotros Sal y Luz
Al final del año litúrgico pronto al adviento sería bueno recordar, la Misión a la que estamos llamados... vivir la vida, en la lógica de Jesús, Ustedes son la Sal del mundo. Ustedes son la luz del mundo.
En la antigüedad la sal era un valor de cambio y lo fue mucho tiempo. También era un signo de amistad de fraternidad. “Ustedes son la sal” La sal sazona, preservar los alimentos, cura, da sabor a todo, une, supone en el cristiano un fuerte arraigo un fuerte vínculo con el Señor. Una conciencia fuerte de su condición de testigo.
Lo mismo ocurre con la luz, Jerusalén era la luz para el creyente del antiguo testamento y ahora el tema de la luz pasa a Jesús “YO SOY LA LUZ” y por Jesús a nosotros los cristianos. “Ustedes son la luz”
La luz está en la historia de la creación, ordena todo, la luz muestra como la creación tiene un orden. La luz nos permite reconocer el camino, nos orienta, nos permite descubrir el punto de llegada hacia el que orientamos la vida y el cristiano está llamado a ser en la vida, alguien que es un referente para los demás… ¿referentes? Me resisto a pensar en esto, pero Jesús dice; ustedes son Sal y Luz, nosotros vos y yo, USTEDES SON… que fuerte…
Muchas veces nos cuesta porque nos adecuamos con facilidad a los criterios del mundo, juzgamos, actuamos, pensamos y decidimos no por el criterio del evangelio, sino por criterios basados; en el aparecer, en el poder dominar al otro o usar a los demás, muchas veces nos escondemos en la corrección fraterna hasta introducirnos en la intimidad del otro, en la obediencia mal entendida, en el respeto humano, otras veces en la eficiencia, fama, lucro, éxito y perdemos nuestra condición para ser sal y luz para nuestros hermanos. Por ejemplo; a la hora de decidir nos interesa quedar bien o lo que hoy decimos actuar políticamente correcto, aunque sacrifiquemos la verdad, la dignidad, aunque sacrifiquemos a los demás. Dios no nos hace libres para ser libres, sino para ser humanos. El Papa Benito XVI dirá; si en la verdad no hay amor, no hay verdad.
¿En qué punto estamos? ¿En qué punto estoy parado? ¿Queremos recorrer el camino? ¿Estamos dispuestos a seguir a Jesús con fidelidad, a dejarnos entusiasmar por El?
De manera tal que los criterios que nos llevan a decidir en la vida sean sus criterios.
El Señor nos pone ante la tarea de ser sal y luz, gente que orienta la vida, gente que guía, que incluye, que esta puesta para dar fuerzas. Y no para poner el candelabro debajo de la mesa, sino para que ilumine la casa. Nada nos pertenece, la vida nos fue dada…
Quizás unas de las tentaciones que tenemos los cristianos, es considerarnos ciudadanos de segunda como si ser cristiano es un límite, como que si nosotros tendríamos que negar nuestra condición cristiano, de hermano, hijo, amigo y aislarnos “que desperdicio de gracias dirá alguien por allí” en el compartir con los otros, en el darse esta la Misión propia del Cristiano y no solo con “el grupo” muchas veces por cerrarnos tanto perdemos las gracias que vienen con la interrelación con los demás. Y entonces perdemos la dirección o el sentido de la vida, como si el evangelio fuera menos humano. ¿Puede ser una tentación? De hecho lo es…
Jesús nos dice; No. Ustedes son Sal, ustedes son Luz… de la Tierra. Y no solo de una comunidad, de un grupo, de unos cuantos, todos estamos llamados a ser Sal y Luz.
Preguntémonos si hemos entendido y si estamos convencidos, si la experiencia cristiana, da verdaderamente sentido a la vida… en todas sus expresiones; compartir con la familia, compartir con nuestros amigos, en la facultad, en el trabajo, preguntémonos bien si nuestras actitudes los son, Nos recuerda el Papa Benito XVI “la vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad…”
No es fácil plantearse esto en una sociedad llena del éxito, del aparecer, llena de frivolidad, llena de vanidad. Nosotros tenemos que corregir nuestra presencia en el mundo por lo verdadero, lo compasivo, lo justo, lo que hace más humano, más libre, más real.
Siempre existió la tentación de diluir el Evangelio, siempre. Pero siempre escuchamos en él, “Ustedes son la sal y si la sal se diluye y se pierde no sirve para nada”
No perdamos la oportunidad de que Jesús ponga sabor a la vida, de poder vivir la vida con entusiasmo, con la convicción, de que El es la luz, la vida que nos llama a vivir la vida. Entonces por ejemplo; luchar por la unidad, transitar por el camino del perdón, de la libertad, vale la pena, sanar los vínculos con los demás, en la familia, con los amigos… vale la pena.
…Si compartes tu pan con el hambriento y albergas a los pobres sin techo; si cubres al que veas desnudo y no te despreocupas de tu propia carne, entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar…
…Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas… Isaías 58, 7-10
Es un texto que narra el dolor del exilio, la deportación. Cuenta que la gente se quería ganar a Dios con ayuno con dadivas, y el profeta les dice;
- No para, a Dios no lo vas ganar con eso solamente sino también con esto otro. Busca la justicia, busca la misericordia, se justo, se caritativo con tu hermano.
¿Cómo lo hacemos? Comencemos con un gesto de misericordia, de unidad, de compasión en vez de un gesto amenazador. No se necesita acumular… obras de caridad, de mortificación y sacrificio, retiros, convivencias, para decirle a Dios; che atendeme.
“Todavía no entendemos que Dios no quiere sacrificios sino misericordia”
No entendemos que Dios quiere, en nuestras comunidades, en el corazón de la Iglesia hacernos hermanos a todos, porque todos estamos llamados a ser sus hijos, a tomarnos en serio, en ser sal y luz para la tierra. Ese es el estilo de Dios.
Que Jesús, José y María nos ayude, a dar pequeños pasos para recorrer el camino.
Todos los días es una oportunidad para tomarnos en serio el ser sal y luz, dejemos que Espiritu Santo nos ayude, este fin de semana es una magnífica oportunidad para intentarlo.