jueves, 26 de mayo de 2011

Fidelidad de Cristo verdadero Dios y verdadero hombre

El tiempo durante el año marca el primer aniversario de su Matrimonio, tenemos que recordar que aquella Boda, era prenda, fruto de la Resurrección y decía en aquella meditación; que su Matrimonio era; lavar los pies, tomar la cruz y entregarse como el pan y el vino.
Esta vez el aniversario de su Casamiento se desarrolla en los límites de una nueva Pascua, es antesala de la misma.

Jesús Maestro del Amor; su Matrimonio es; Fidelidad de Cristo verdadero Dios – Fidelidad de Cristo verdadero hombre

Fidelidad de Cristo verdadero Dios

“El Señor pasó delante de él (Moisés) y exclamó: ‘El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad’” (Ex 34,6).

La fidelidad es el atributo mayor de Dios que se asocia con su bondad paternal. El Salmo dirá: “Tu fidelidad permanece por todas las generaciones, tú afirmaste la tierra y ella subsiste” (Sal 119,90).

Jesús es Fiel hasta en la cruz nos relata los evangelistas. Dios es fiel a la promesa de Salvación.

Dios es un tan cercano a nosotros que es por exceso de presencia que no lo percibimos. Miren, contemplen... ¿no es verdad?

Recuerden el pacto del casamiento que une la alianza de su amor como una nueva familia.

-Yo prometo serte fiel, en la salud como en la enfermedad, en la riqueza como en la pobreza cuidándote y respetándote, hasta que la muerte nos separe.

Solo queda la fidelidad, ella sola no pasa jamás. No quiero decir que el trabajo, las cosas materiales no sean necesaria y nobles, sino que el sentido del Matrimonio es justamente la fidelidad, el amor. No tiene que ver con un anhelo o un simple refrán.

Es una vivencia una experiencia que la vivimos día a día. Basta con ver en los meses pasados cuando el devastador terremoto que sacudió Japón, una sociedad tan avanzada, prácticamente tenían todas las seguridades pero cuando tembló la tierra todo se vino a la ruina. Es interesante un japonés le respondía a una cronista que le preguntaba; después de todo lo ocurrido ¿que les queda? – lo que ahora nos importa es sobrevivir y estar en familia. Claro es una respuesta lógica es una tragedia, la tierra pudo poner en ruina el sacrificio de muchos años, pero no pudo con el amor y la fidelidad.

Fidelidad de Cristo verdadero hombre

Solo puede ser fiel aquel que ama, porque la fidelidad es el amor incondicional.
Solo podemos ser fieles porque Dios es el primero en ser fiel, solo podemos amar porque El nos ama primero.
JESUCRISTO, GARANTIA DE FIDELIDAD
Hemos de partir siempre de que las personas son débiles, inclinadas con frecuencia a olvidar sus compromisos, y que nuestro mundo siempre quiere hacernos ver las cosas como no son...
¿Quién les puede asegurar a ustedes dos que serán fieles? ¿Que garantía tienen de que este amor que hoy cumple 1 año en Dios, no se agotará dentro de algún tiempo? No piensen que el sacramento actúa como un seguro válido para todo riesgo. No. Si Jesucristo es nuestra medida, piensen que El tiene que ser también la única seguridad. ¿Y cuál es esta seguridad? Pues bien, la única garantía que nos ha enseñado Jesucristo es esta:

Que tú, Fernando te digas: "Amaré tanto a Marcela, procuraré entenderla tanto, la perdonaré tantas veces, me sacrificaré tanto por ella, si es necesario padeceré tanto por ella, que acabará por descubrir que realmente la amo"

Y que tú, Marcela, te repitas: "Amaré tanto a Fernando, procuraré entenderlo tanto, lo perdonaré tantas veces, me sacrificare tanto por él, si es preciso sufriré tanto por él, que no tendrá más remedio que descubrir que lo amo".
Vivan cada Eucaristía, cada oración, ahí esta la clave, porque nada se alcanza con el esfuerzo humano, nadie lo logra solo.

Dios busca al hombre, Dios quiere amarlos.
El Beato Juan Pablo II decía; “déjense encontrar por Dios” Jesús nos va buscar hasta dar la vida. No nos neguemos la posibilidad de encontrarnos con Jesús, "El lo da todo y no exige nada a cambio" nos dice el querido Papa Benito XVI

Solo porque Jesús es fiel, nosotros podemos ser fiel, el es nuestra fuerza, no teman, abran las puertas de su Matrimonio, abran de par en par, y esto significa totalmente si condicionamiento, así como están ahora.
Al celebrar el primer año piensen ¿Cuántas veces fui fiel al llamado de Dios? no tengan miedo a ser diferentes, si el amor no tiene la primera y última palabra, entonces ¿para que vivir?

miércoles, 25 de mayo de 2011

Augurios


(les comparto esta carta)

Querido Juan Pablo

Se está acercando a pasos gigantes el gran momento en el cual abres una etapa nueva y “tremendamente” importante de tu vida, que transformará por de completo tu estilo de vida, tu marco en el cual te moverás.

No sabes la alegría que probé, escuchándote tan feliz, y más aún, invitándome a participar desde cerca este momento. Todo está listo, todo preparado… hasta me compré una camisa nueva, con corbata y todo, para estar a la altura del momento y… ayer el médico me prohibió de viajar. Me parecía que se me parara el corazón por el dolor: tanto había esperado este momento, anhelado volver a verte, a ver tu familia… y ahora eso? Pero el médico era categórico: ya que la semana pasada el nervio ciático se me había inflamado tremendamente, hasta a no poder más caminar, y solo después de una semana de inyecciones cada día, de a poco logro a moverme nuevamente, el médico teme que un viaje tan largo casi con certeza causaría una nueva recaída, y esta vez sería peor.
Me pregunté el porqué de esto! Son estos momentos, en los cuales uno tiene que cargar con su cruz, y aceptarla… aun si tiene la impresión de que es demasiado pesada.

Quisiera decirte, que tomo ese dolor, transformándolo en amor, como mi moneda a pagar para este casamiento tuyo! Pido a Dios, para que Él te regale con ese momento un inicio luminoso, profundo, encantador de esta nueva etapa de tu vida. Yo ofrezco, rezo, por todo lo que vos en este momento pides, y para que te vuelvas feliz, profundamente feliz!

Pero igualmente no quisiera faltar en estarte/les cerca en ese momento tan decisivo por sus vidas! Y aun que podré estar presente “solamente” con el corazón, estaré ahí, cerca de vos, para celebrar tu amor y festejar este acontecimiento tan especial!

Poner en palabras lo que uno quisiera expresar parece siempre imposible y no logra a comunicar todo lo que uno quisiera decir, pero bueno, somos hombres, y por lo pronto siempre será así: por eso, en primer lugar quisiera hacerte desde ya mis augurios, de todo corazón, por ese nuevo y decisivo paso que estás dando en tu vida.

En efecto, es un cambio substancial que das: de una vida individual estás pasando a una vida comunitaria, quiere decir, con la esposa tuya… el uno por el otro, en los buenas y en las malas. ¡Que desafío! Pero solo el amor verdadero es capaz de comprometerse de esta forma, de estar dispuesto de jugar la propia libertad tan protegida. De hecho, el hombre a menudo tiende a buscar un camino más fácil, aquel que cuesta menos. Mientras que ustedes se comprometen, de mantenerse fieles a su sí, aun en los momentos, en los cuales la fidelidad costará. En efecto, la cruz nunca les faltará en su convivencia: la cruz que a menudo se presentará bajo el rostro de malentendidos, de egoísmo, de poca paciencia, de poca misericordia, de diferencia de comprensión y apreciación.

Solo aquel amor que San Pablo describe en su primera carta a los Corintios, capítulo 13, me parece que puede ser la llave para poder quedarse fieles a aquella promesa que se darán el uno al otro: tener el uno por el otro aquel amor siempre renovado, que tiene la capacidad de ver al otro con ojos siempre nuevos, con misericordia, que sabe esperar, permitir al otro de tener sus tiempos, que le permite de recomenzar cuando ha metido la pata. Aquel amor que nunca presiona, que siempre busca el positivo en el otro.

Querido Juan Pablo! Simplemente quisiera desde ya ponerme – aun que fuera el último – en la fila seguramente muy, muy larga de todos aquellos que quisieran decirles: felicitaciones y augurios por un futuro lleno de luz, de esperanza y por sobretodo de caridad mutua.