Seguimos asombrándonos por los caminos del Señor y en el comenzar de la cuaresma Jesús desde el desierto nos revela que el estilo de Dios es la libertad
“Ante los hombres están la vida y la muerte: a cada uno se le dará lo que prefiera. Porque grande es la sabiduría del Señor, él es fuerte y poderoso, y ve todas las cosas. Sus ojos están fijos en aquellos que lo temen y él conoce todas las obras del hombre. A nadie le ordenó ser impío ni dio a nadie autorización para pecar” Eclesiástico 15, 17-20
En el Evangelio de Mateo, Jesús nos devela, la clave para entrar en esa libertad
“No he venido abolir la ley sino a darle cumplimiento”
“Si la justicia no es superior a los escribas y fariseos no entraran al reino de los cielos”
El reino es, la presencia del reino del Padre que nos hace hijo, un hijo no puede calcular como esclavo, el que se sabe hijo, el que se siente hijo no juega en la relación con la familia, cuando un hijo miente al Padre, cuando un hijo roba en la casa, en el fondo es porque no nos sentimos tanto como hijos, algo de esclavos tenemos, mucho de esclavo tenemos, basta pensar por ejemplo un Padre que gasta todo su sueldo para jugar, lo cual destruye el hogar, no hay familia ahí ¿algo pasa? hay una esclavitud de la que hay que liberarse.
Jesús nos invita a vivir como hijos del Padre a reconocernos hijos del Padre, pero esto comporta una decisión personal ¿Queres o no queres ser hijo? ¿queres o no queres recorrer el camino de la felicidad? ¿Queres llegar al puerto de la felicidad pero vivido en un presente? o ¿Queres sucumbir a la tentación, a los encantos que te van a destruir porque no te van a dejar a ser libre?
Ante el hombre esta la vida y la muerte... uno elige.
La libertad es un don que no se explica en si, no somos libres para ser libres, somos libres para ser personas, la libertad es un camino una tarea un desafió permanente, aprendemos a ser libres y en un tiempo como el nuestro, donde podemos hacer de todo y la libertad pierde su rumbo por ejemplo: buscamos plata, aparecer, aplausos, poder, poder dominar al otro, el querer sobresalir sobre los demás, generamos discordia... y escandalizamos a nuestros hermanos y es ahí en donde perdemos el sentido de ser familia que es ha lo que nos llama Dios y esto lo experimentamos en nuestras comunidades... ¿cuantas situación florecen como estas?
Ser cristiano es una decisión personal pero ser hijo ser discípulo es tomar en serio esto, tenemos que ser libres y generador de la libertad del otro.
Un mundo que nos invita a pasarla bien, a no arriesgar, servirnos de...un mundo que no tiene códigos, un mundo que premia al tramposo.
“si la justicia no es superior que los escribas y fariseos no entraran al reino de los cielos”
Dios nos invita a recorrer el camino de la libertad, que NO ES TAL, si no es saberse hijo y saberse hermano.
“si la justicia no es superior que los escribas y fariseos no entraran al reino de los cielos”
No entendemos que Dios quiere en nuestra comunidad cristiana y en el corazón de la Iglesia, hacernos hermanos a todos, porque todos estamos llamados a ser sus hijos.
Recorramos el camino