miércoles, 17 de noviembre de 2010

Déjate querer por Jesús y experimentaras su amor.



La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad de las seguridades. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar la VIDA a los demás.
Se vive mucho mejor cuando tenemos libertad interior para darlo todo.
La vida existe, se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros “quien aprecie su vida terrena la perderá” Jn 12,25
El desaliento es una señal de orgullo, porque demuestra que en ese momento solo confiamos en nuestras propias fuerzas. Pero cuando miramos a los jóvenes te reconocemos… Señor del Milagro…y recreas nuestra esperanza. Algunos viajaron desde muy lejos otros vienen de mas cerca.
Joven no venimos a decirte que creas en Dios, sino a decirte que Dios cree en ti.
Joven eres hijo de Dios, no mercancía. Joven eres Iglesia y no miembro de una barrita de turno que solo te llevan a tirar la vida por la calles, tu eres miembro de la Iglesia de Cristo sin la cual no hay salvación. ¡No temas al Señor! Asciende hacia lo alto. Busca a Dios, El lo da todo.
Hace un año salía una fotografía en la Gaceta de la jornada nacional de mujeres mostrando carteles, antorchas de rebeldía, odio y muerte.
Nosotros miramos a los jóvenes de Salta en la Convivencia que levantan otros carteles… pensábamos en los jóvenes abortistas de la foto. Aqui los Jóvenes muestran otra luz, una luz donde hay una rebeldía positiva, que encendía el alma del coordinador y se reflejaba en nosotros y decía así; Déjate querer por Jesús y experimentaras su amor.
Que hermoso regalo… Señor del Milagro dejamos tu tierra en la cual ostentas tu amor, con una luz que recrea todo nuestro corazón; Tu Amor hace todas las cosas nuevas.
María en tus manos dejamos a los Jóvenes y las ansias de algún día volver…
(Hernan - Luciano - Ruben Dario - Teresita)