miércoles, 24 de noviembre de 2010

jueves, 18 de noviembre de 2010

Sabiduria de lo alto

“Indudablemente el amor sin mas, posee… o se deja poseer. ¿Quien puede negarlo?
Sea lo que sea, cuando no hay riqueza del mundo que baste a la hondura de un alma. Cuando serenidad, delicadeza y mansedumbre llegan a tejer los caminos de esta tierra con tantos bullicios… cuando se sabe llorar con lagrimas de fuego, dejando sonar en el alma los gemidos inefables del Espíritu… cuando la constancia y la fidelidad en buscar la santidad y la justicia acaban por gestarlas en el obrar cotidiano… cuando quienes encima de cualquier cosa y a pesar de todo, hacen la paz que ya llevan en el alma…
Entonces, ningún fracaso es posible o temible. Porque dejadas todas las cosas, equipajes y pesos excesivos, el alma, desprendida de cuanto la ofuscaba, por fin puede volar.”

“Sabiduría de lo alto! Hoy en ese instante sublime de mi debilidad, me revelaste que a pesar de todo… espere hay algo mas profundo… vivir la alegría de amanecer siempre para Dios”

“Quien se animara a creerlo. Mejor aun: quien se decidiera, con coraje, a experimentarlo. Y no es lejano. ¡En esta clave suenan las bienaventuranzas!

(Tiempo arrojo tiempo de esperanza Alberto Justo O.P - Sabiduría de lo alto Lía Luna)

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Déjate querer por Jesús y experimentaras su amor.



La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad de las seguridades. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar la VIDA a los demás.
Se vive mucho mejor cuando tenemos libertad interior para darlo todo.
La vida existe, se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros “quien aprecie su vida terrena la perderá” Jn 12,25
El desaliento es una señal de orgullo, porque demuestra que en ese momento solo confiamos en nuestras propias fuerzas. Pero cuando miramos a los jóvenes te reconocemos… Señor del Milagro…y recreas nuestra esperanza. Algunos viajaron desde muy lejos otros vienen de mas cerca.
Joven no venimos a decirte que creas en Dios, sino a decirte que Dios cree en ti.
Joven eres hijo de Dios, no mercancía. Joven eres Iglesia y no miembro de una barrita de turno que solo te llevan a tirar la vida por la calles, tu eres miembro de la Iglesia de Cristo sin la cual no hay salvación. ¡No temas al Señor! Asciende hacia lo alto. Busca a Dios, El lo da todo.
Hace un año salía una fotografía en la Gaceta de la jornada nacional de mujeres mostrando carteles, antorchas de rebeldía, odio y muerte.
Nosotros miramos a los jóvenes de Salta en la Convivencia que levantan otros carteles… pensábamos en los jóvenes abortistas de la foto. Aqui los Jóvenes muestran otra luz, una luz donde hay una rebeldía positiva, que encendía el alma del coordinador y se reflejaba en nosotros y decía así; Déjate querer por Jesús y experimentaras su amor.
Que hermoso regalo… Señor del Milagro dejamos tu tierra en la cual ostentas tu amor, con una luz que recrea todo nuestro corazón; Tu Amor hace todas las cosas nuevas.
María en tus manos dejamos a los Jóvenes y las ansias de algún día volver…
(Hernan - Luciano - Ruben Dario - Teresita)

viernes, 5 de noviembre de 2010

el estilo de Dios; la humildad

En nuestro caminar en la oración somos enseñados por Jesús. Leyendo un día el libro del Eclesiástico encontré en las sendas de mi corazón una palabra, una actitud un poco en desuso, la palabra que campea en el corazón es; Humildad “Hijo mío realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan al Señor, cuanto mas grande seas, mas humilde debes ser, porque el poder del Señor es grande y El es glorificado por los humildes” me interroga con fuerza... me desconcierta la brújula... y me cuestiona, donde estoy parado.

Normalmente tendemos a pensar en nuestro propio proyectos y medimos nuestra felicidad de acuerdo al logro que nos imaginamos que debemos ser. A veces el ambiente alimenta esa actitud... se premia al exitoso, al que tiene dones naturales, belleza física, dinero, poder. Y la ambición que esta en el corazón de cualquiera de nosotros es alimentada, potenciada, sacada de los causes justos, desde donde puede desplegarse la vida.

Entonces todo lo medimos desde el centro que somos nosotros mismos. Nos convertimos en centro de nosotros mismo y queremos ser el centro para los demás. Alimentamos actitudes orgullosas que nos llevan a pensar solo en nosotros mismo y a olvidarnos de los demás, a medir desde la vara de nosotros mismo y a menos preciar a los demás. Y creemos ser el numero uno o pretendemos serlo y sufrimos cuando tenemos que enfrentarnos con la verdad... de que no somos “el uno” porque Dios es la medida de todos.
Dios nos propone un camino distinto a lo que nosotros llamamos camino humano. La forma de ser de Dios pone en crisis nuestra forma de ser hombres.

Nosotros queremos subir, Dios quiere bajar
Nosotros queremos mirar desde arriba, Dios nos lava los pies, se pone desde abajo
Nosotros queremos oro, Dios nos ofrece Cruz

La humildad es la verdad, la verdad de lo que somos. El estilo de Dios es la humildad, su corazón es manso y humilde.

En el libro del Eclesiástico nos dice; “no hay remedio para el orgulloso porque una planta maligna ha echado raíces en el”

Jesús puede sacar esa mala raíz. Has mi corazón semejante al tuyo. Todos tenemos esa plantita del orgullo y que muchas veces se hace grande, solo en la medida que nos ponemos en la sombra del Señor, podemos crecer en humildad, podemos ser más fraternos.

Verdaderamente la humildad es escurridiza, porque con tan solo pensar ¡soy humilde! dejo de serlo...

Cuanto bien me hace la cercanía de una persona humilde y eso lo experimentamos y lo experimento en mi familia, mis amigos, que bien que no hace sentir a todos.