Comenzamos un nuevo
adviento, precisamente este momento de preparación es el tiempo oportuno para
creer verdaderamente que Jesús tiene que ver con nuestra vida, con la tuya y
con la mía. Jesús es la respuesta, también es el interrogante, es el amor sin
medida, en El la vida adquiere sentido.
En ocasiones pensamos a Jesús
desde la superstición, por ejemplo pedimos cosas… pero El a cambio nos regala
la libertad, ayudándonos a crecer, a hacernos cargos y correr el riesgo, el no
nos habla desde el éxito, sabe muy bien que la Cruz era un fracaso pero para
los ojos de Dios era la vida dada, que se ofrece sin medida.
Adviento es un tiempo de
esperanza, cada persona está llamada a vivir un adviento diferente; el adviento
de las familias que tienen un hijo que agoniza por una enfermedad terminal o
por el flagelo de las drogas, está el Adviento de los Abuelos que están olvidados
en los asilos y esperan que alguien los visite, está el Adviento de los Jóvenes
que se esfuerzan y buscan lograr su título universitario por el que tanto
lucharon, está el Adviento de algún amigo que me hirió y que está esperando de
mi parte una actitud diferente, está el Adviento de los solos que esperan… esta el Adviento de nuestro prójimo que está
esperando que le digamos, sos importante para mí. Cuantos advientos… y la
propuesta de José y María que viene de parte de Dios, es SEGUIR porque al final
esta Jesús.
Hace mucho que no hacia
una nueva publicación, saben una cosa; algunas veces Dios le saca punta al lápiz…
Escribí y te mostré durante todo este tiempo el puerto donde todos tenemos que llegar… pero todavía me encuentro perdido en las olas de mis muy variadas faltas y vicios, no me considero un buen guía, todo lo contrario, repito, personalmente me encuentro perdido… reza para que no naufrague, tírame una luz para que no me pierda en la noche. Reza.